Su amor por el básquet forma parte de una herencia. El bichito por la naranja le picó desde pequeña, y de esta forma sacó a relucir sus cualidades en Sanjuanino Junior, su segunda casa, para llegar a lo más alto vistiendo la celeste y blanca. Hoy, Iris, sigue desde otra perspectiva al deporte que la vio crecer y acompaña a Mauricio y Federico, sus otros dos amores, que se encaminan por la misma senda y a la vez escriben su propia historia.
El torneo local Femenino del Apertura del 2022, llevará el nombre de la mujer que hizo conocer el básquet sanjuanino en distintos lugares del país, allá por la década del ’70 y primer lustro de los ’80. Aún sorprendida por la elección, Iris se mostró siempre sonriente y la calidez de sus palabras, dejaron por sentado el profundo sentimiento de arraigo que la liga con Sanjuanino Junior y la redonda.
Es la primera vez, que el básquet femenino le pone el nombre a una ilustre en la materia. “Es una enorme alegría y un honor que el torneo lleve mi nombre”, aclaró Iris, la exjugadora de Sanjuanino, que hoy se mantiene activa oficiando de autoridad en la mesa de control. Y sí, la pasión que su familia le supo transmitir comenzó a los 8 años y después de muchos años de trabajo logró traspasar las fronteras de la provincia, llegando a conseguir innumerables títulos a nivel regional y nacional.
La descendencia le puso a Iris la naranja en sus manos. Su madre fue jugadora de básquet y su papá, quien se desempeñó como DT y también como árbitro de las últimas décadas, le abrieron la puerta a la institución que representó en su trayectoria deportiva. “En esa época era muy difícil ser parte de la Selección, porque todo estaba centralizado en Buenos Aires”, recordó la exjugadora, que aprovechaba los campeonatos argentinos de la especialidad para mostrarse en la gran vidriera. Fue así que logró ser convocada a nivel nacional, vistiendo los colores de la selección sanjuanina.
Entre 1976 y 1982, Iris consiguió con el club de Rivadavia un campeonato regional y un subcampeonato nacional, tras caer en la final con Vélez. Con el combinado sanjuanino consiguió el ascenso y la cuarta ubicación en el selecto grupo de los mejores 8 equipos del país. Vidriera que le permitió formar filas en Obras Sanitarias (Mendoza) y en Vélez Sarsfield, pero, su arraigo pesó más para terminar su carrera en el club que la vio crecer.
A sus 17 años, cargando una incontable cantidad de títulos con Sanjuanino Junior y el seleccionado sanjuanino fue convocada para vestirse de celeste y blanco. En 1981, fue al Sudamericano de Perú, donde lograría un cuarto puesto. Y en 1982 participaría del Sudamericano de Cúcuta, Colombia, donde se quedarían con el bronce.
Por estos tiempos, el deporte de la naranja en la rama femenina viene buscando recuperar su espacio, como en la década del ’70 y ’80, donde clubes interactuaban en campeonatos locales, regionales y nacionales. La dirigencia actual, viene sosteniendo la estabilidad de los equipos que, actualmente, forman parte de la práctica del básquet, para que cada vez, más jovencitas y expertas, tengan la oportunidad de mostrar su oficio. “Todos los que amamos el básquet ponemos nuestro granito de arena para que esto resurja. Lo veo en Sanjuanino, mi club, donde todos los chicos vienen con mucho entusiasmo y eso nos pone muy contentos”, manifestó la homenajeada del Apertura.
FUENTE: Deportes al Plato. Foto: Luis Guzmán